¿Qué es realmente la dislexia y cómo acompañarla desde casa?
- Patricia Mendez
- hace 4 días
- 6 Min. de lectura
La palabra dislexia se usa tanto que, a veces, pierde su significado real.Hay niños que leen lento y se les llama “disléxicos”.Hay niños que confunden letras y también se les llama así.Hay otros que simplemente no han recibido una buena base lectora y, de nuevo… dislexia.
Pero la dislexia no es una dificultad puntual.Es una condición neurobiológica que afecta la forma en la que el cerebro procesa el lenguaje escrito.No es pereza, no es falta de esfuerzo, no es desinterés.Es una manera distinta de aprender.
Entender esto cambia por completo la forma en la que acompañamos a los niños.
🔹 ¿Qué es la dislexia? (Definición clara y real)
La dislexia es un trastorno específico del aprendizaje que afecta la lectura, la precisión, la fluidez y la decodificación de palabras.No está relacionada con la inteligencia —de hecho, muchos niños con dislexia tienen un razonamiento muy por encima de la media—, sino con cómo su cerebro interpreta los símbolos escritos.
En términos simples:
👉 su cerebro procesa el lenguaje escrito de forma diferente.Necesitan más tiempo, más práctica guiada y estrategias específicas.

🔹 Señales de alarma por edades
Dificultades con las letras
No recuerda el nombre de las letras después de practicar.
Confunde letras que suenan igual (c, k, q).
Confunde sonidos de letras que “no se parecen”: j y y, g y j.
Área motora y temporal (muy típico en dislexia temprana)
Problemas al seguir ritmos sencillos (palmadas, patrones).
Coordinación fina torpe para su edad: recortar, seguir líneas, copiar formas.
Indicadores emocionales
Evita actividades de letras, no quiere jugar a “sonidos”, se frustra con facilidad.
Dice frases tipo: “yo no sé leer”, “soy malísimo”, incluso antes de que realmente le toque leer.
⭐ Etapa 1: Educación Infantil (5–6 años)
Aquí no se diagnostica formalmente, pero sí pueden observarse indicadores muy claros:
Dificultades en conciencia fonológica (lo más fiable)
No reconoce sonidos iniciales: si dices “¿con qué sonido empieza sol?” no puede responder.
Le cuesta identificar rimas: sol–gol, casa–taza.
No sabe “partir” palabras en sílabas (pa-lo-ma).
No es capaz de unir sonidos para formar palabras (m-a-r = mar).
Mezcla sonidos similares: f vs. v, p vs. b, t vs. d.
⭐ Etapa 2: Primer ciclo de Primaria (6–8 años)
Aquí es cuando suele hacerse evidente.
Lectura
Lectura muy lenta: silabea continuamente.
Lectura con adivinación: mira la primera letra y “se inventa” el resto.
Gran dificultad para leer palabras nuevas o pseudopalabras (palabras inventadas).
Se pierde en la línea al leer, necesita seguir con el dedo siempre.
Cambia el orden de las letras: lata → alta, cama → maca.
Escritura
Faltas ortográficas muy graves y persistentes, incluso en palabras frecuentes.
Escribe como “oye”: guebo, casa → caza, jirafa → girafa.
Inversiones: b/d, p/q, u/n, más allá de los 7 años.
Dificultad para copiar del libro o pizarra (demasiado lento o con errores).
Lenguaje oral y memoria
Le cuesta repetir palabras largas: mariposa, helicóptero, espectáculo.
Dificultad para recordar listas o secuencias (días de la semana, meses).
Frases como: “No me acuerdo”, “Se me olvidó” son muy frecuentes.
⭐ Etapa 3: Segundo ciclo de Primaria (8–10 años)
Si llegamos aquí sin intervención, el niño ya sufre emocionalmente.
Lectura
Fluidez muy baja comparada con sus compañeros.
Dificultad para leer en voz alta delante de otros (ansiedad).
Errores en palabras largas: universidad → univesidad, extraordinario → extraoridano.
Omisiones y sustituciones constantes.
Comprensión
Si lee él, no entiende; si se lo leen, sí entiende.
Pierde el hilo de las ideas principales.
Le cuesta responder preguntas sobre lo leído.
Escritura
Ortografía muy pobre, incluso en dictados fáciles.
Letra irregular; cambia tamaño, inclina o no mantiene la línea.
Dificultad para organizar ideas en un texto.
Atención y emoción (secundario pero frecuente)
Evita tareas escritas.
Tarda muchísimo en hacer deberes.
Frustración, inseguridad, sensación de “ser menos”.
⭐ Etapa 4: Pre-adolescencia (10–12 años)
Lectura
Fluidez baja para su edad: sigue leyendo “con esfuerzo”.
Necesita releer muchas veces para entender.
Fatiga mental rápida al leer textos largos.
Escritura
Texto pobre para su capacidad intelectual.
Comete errores grandes incluso habiendo estudiado mucho.
Copiar textos le resulta lento y agotador.
Estudio
Dificultad para resumir.
Se bloquea frente a textos densos.
Depende de la memoria visual, no de la comprensión.
Emociones asociadas
Evita actividades académicas.
Baja autoestima (“soy malo”, “no valgo para estudiar”).
Síntomas de ansiedad ante exámenes o lectura en público.
⭐ Etapa 5: Adolescencia (12–16 años)
Aquí la dislexia puede confundirse con “dejadez”, “vagancia” o “ansiedad”, pero los indicadores son muy claros:
Lectura
Lee con fluidez limitada en comparación a su nivel educativo.
Dificultad para leer textos de ciencias, filosofía, historia.
Necesita audiotextos para rendir bien.
Estudio y exámenes
Tarda mucho más en estudiar que sus compañeros.
Dificultad extrema para memorizar definiciones o vocabulario.
Pierde información clave en preguntas extensas.
Exámenes que no reflejan su inteligencia real.
Escritura
Errores ortográficos graves que ya no deberían aparecer.
Pobre estructuración de ideas en redacciones.
Lentitud en copia y toma de apuntes.
emocional
Se siente “menos capaz” que sus compañeros.
Evita asignaturas con mucho texto.
Puede mostrar conductas de evitación (faltar, procrastinar, crisis antes de exámenes).
🔹 ¿Qué puede agravar o empeorar la dislexia?
No es que empeore la dislexia en sí, sino que ciertos factores agrandan las dificultades y bloquean el aprendizaje.
1. Lectura sin método
Leer “por leer” no corrige la dislexia. Necesitan entrenamiento específico, no más tiempo leyendo.
2. Presión, gritos o comparaciones
El estrés bloquea la parte del cerebro necesaria para decodificar.Cuanto más miedo, peor leen.
3. Aprendizaje visual sin fonética
La dislexia mejora cuando los niños aprenden a relacionar sonido + letra, no solo “ver palabras”.
4. Exigir velocidad sin haber consolidado la precisión
La velocidad llega después de automatizar procesos.Saltarse esta fase solo genera ansiedad.
5. Hacerles leer textos demasiado complejos
Si un niño está en nivel A y le damos un texto C, no mejora: se hunde.
🔹 Métodos validados científicamente que sí funcionan
La evidencia científica en dislexia es clara:
1. Métodos fonológicos estructurados (enfoque ORTON–GILLINGHAM)
Es el enfoque con mayor respaldo científico. Trabaja:
conciencia fonológica
relación grafema–fonema
lectura multisensorial
repetición guiada
2. Enfoque multisensorial
Aprender usando vista + oído + movimiento refuerza las conexiones neuronales.Ejemplos:
escribir letras en arena,
leer mientras se señalan sonidos,
combinar tarjetas, sonidos y gestos.
3. Práctica espaciada y repetición
No sirve una sesión larga.Sirven microprácticas diarias (5–12 minutos) que consolidan el aprendizaje.
4. Lectura asistida (lectura compartida)
El niño lee una parte, el adulto otra.Esto:
reduce ansiedad,
mejora ritmo,
refuerza la comprensión.
5. Entrenamiento fonológico intenso
Trabajar sonidos, sílabas, rimas, mezclas, segmentación…Esto es la base real que corrige las dificultades.
6. Programas basados en evidencia
Algunos muy utilizados internacionalmente son:
Jolly Phonics
Read Write Inc.
Wilson Reading System
Letterland
Barton Reading Program
Todos tienen un denominador común:
👉 fonética + estructura + repetición + multisensorialidad.
🔹 Cómo acompañar la dislexia desde casa (sin agobiar ni sobreestimular)
1. Practicar poco y bien
Mejor 5 minutos al día que 40 de pelea. La constancia hace milagros.
2. Leer juntos
Alternar párrafos o páginas.Que el niño vea tu ritmo, tu entonación, tu serenidad.
3. Reforzar la autoestima académica
La dislexia afecta muchísimo a su autopercepción. Frases que ayudan:
“Veo lo mucho que te esfuerzas.”
“Vamos paso a paso.”
“No tienes que leer rápido, sino bien.”
4. Juegos fonológicos diarios
rimas,
juegos de sonidos,
segmentar palabras,
“¿qué palabra empieza igual que…?”.
5. Asegurar ambientes sin presión
No obligarle a leer delante de otros si le da ansiedad.No comparar su ritmo con el de la clase.
6. Adaptar tareas
Pedir al colegio:
menos cantidad,
más tiempo,
textos adaptados,
posibilidad de escuchar audiotextos.
7. Confiar en su ritmo
La dislexia no se “cura”. Pero con un buen acompañamiento, se compensa, y los niños llegan a niveles altísimos. Pese a que el colegio, notas os pueda estresar... acepta y ama la oportunidad de aprender otras maneras de llegar.... revisa si el colegio es el apropiado, si hace planes de adaptación, refuerzo..
Muchos adultos disléxicos son brillantes:
emprendedores,
artistas,
deportistas,
creativos,
pensadores estratégicos.
La clave está en acompañar sin herir, sin presionar y sin etiquetar como incapaz.
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