¿Cuándo hablar de sexo con los niños? Sexualidad infantil
- Patricia Mendez
- hace 2 días
- 4 Min. de lectura
Hoy quiero hablar de un tema que sigue generando muchas dudas, incomodidades y silencios: la sexualidad en la infancia y la adolescencia.Como profe, y después de muchos años acompañando diferentes etapas, una de las cosas que más me ha llamado la atención es cómo cambia la relación de los niños con su cuerpo y con el contacto físico a lo largo del tiempo, y cómo muchas veces los adultos no sabemos bien cuándo ni cómo empezar a hablar de esto.
🌱 El primer despertar: la infancia y la sexualidad infantil.
En la etapa de educación infantil, sobre todo entre los 5 y 6 años, hay un primer despertar de la sexualidad.Los niños empiezan a mostrar curiosidad por los cuerpos, por las diferencias entre niños y niñas, por los genitales… y sí, a veces parece que están “obsesionados con los penes” o con mirar o preguntar cosas que nos incomodan.
Pero esto es completamente natural.A nivel psicológico, es hacia los 6 años cuando el niño desarrolla una conciencia más colectiva. Hasta ese momento, solo se mira a sí mismo. Es entonces cuando empieza a darse cuenta del otro, de las diferencias, y cuando comienza la curiosidad.

🚨 Lo que considero señales de alarma
Hay algunas situaciones que, tanto en las escuelas como en las familias, deberían hacernos parar, pensar y tomar decisiones diferentes.
1. La poca sensibilidad ante la sexualidad
Vivimos en una cultura que sigue tratando la sexualidad como algo banal, mercantil o superficial.Esto no viene de los adolescentes; es algo cultural, heredado.Venimos de una historia donde la sexualidad fue tabú durante generaciones, y ahora, al intentar compensar ese silencio, nos hemos ido al otro extremo.
2. La sexualización temprana
Cada vez veo más niñas que reproducen gestos, formas de vestir o actitudes que cruzan la línea entre lo femenino y lo sexual. No hay nada de malo en ser seres sexuales —de hecho, es algo que todos debemos descubrir—, pero lo que preocupa es el contexto. No necesitamos sentirnos ni mostrarnos como objetos sexuales todo el tiempo.Necesitamos encontrar los momentos, las personas y los espacios adecuados para vivir esa parte de nosotros desde la intimidad, el respeto y la conciencia.
3. El contenido visual al que están expuestos
Seguimos consumiendo muchísimo contenido en el que la mujer tiene un papel y el hombre otro, y aunque esto está cambiando, es importante que lo cuestionemos. Cuando estas situaciones se den —cuando les demos un móvil, cuando elijan ropa, cuando vean algo sexual en la tele o redes—, no evitemos la conversación. Preguntemos:
“¿Qué te parece esto?”,“¿Qué crees que transmite?”,“¿Cómo te hace sentir?”No tanto desde el juicio, sino desde la curiosidad y la reflexión.
🤍 El contacto físico: la base de una sexualidad sana
Para mí, la sexualidad debería llegar después de un buen trabajo con el contacto físico.Y aquí es donde veo uno de los grandes vacíos: en las escuelas apenas se promueve el contacto físico saludable.
En educación infantil y primaria, cuando los niños se tocan, suele ser desde la pelea, la molestia o el conflicto.Pero muchas veces eso ocurre porque necesitan contacto físico.El ser humano es de grupo, necesita sentir al otro.El contacto físico no puede ser algo esporádico.Abrazarse, cogerse de la mano, apoyarse, sentirse cerca… es vital.Y lamentablemente, ni en los colegios ni en los hogares ocurre con la frecuencia ni con la naturalidad que los niños necesitan.
🏡 Lo que los niños ven en casa también educa
Otro aspecto importante es cómo los niños perciben la sexualidad de sus padres.Y aquí no hay una única verdad ni una receta.Cada familia debe decidir desde su propio criterio qué límites poner y cómo mostrarse.Pero sí creo que es necesario pensar conscientemente en las consecuencias de nuestras decisiones.
Mostrar cuerpos desnudos, por ejemplo, puede ser algo natural si se hace desde la serenidad, sin invasión, sin confusión.El niño necesita saber que nadie va a tocar algo que no desea, que el cuerpo es propio, y que puede mostrarse o cuidarse sin miedo.A la vez, promover el contacto físico cotidiano (abrazos, caricias, cercanía) ayuda a integrar el cuerpo sin culpa ni miedo.
🗣️ Hablar de sexualidad: cuándo y cómo
Las conversaciones sobre sexualidad no deben reservarse solo para la adolescencia.Es importante empezar antes, en momentos naturales, cuando surgen preguntas, cuando observamos situaciones o cuando notamos curiosidad.
Por ejemplo, si vemos una escena romántica o sexual en una película, observemos cómo reacciona el niño:
¿Se ríe?
¿Se incomoda?
¿Se queda mirando con curiosidad?
¿Evita el tema?
Cada reacción nos da información.Y dependiendo de eso, podemos acompañar desde un lugar diferente.A veces será explicando, otras validando, otras solo escuchando.Pero lo importante es no reprimir ni ridiculizar.
🌺 Ser ejemplo
Al final, como en casi todo, el ejemplo es la base. Ser ejemplo de una buena sexualidad significa cuestionar cómo la vivimos, cómo la mostramos y qué transmitimos con ella.
Significa revisar:
Cuándo usamos la sexualidad para sentirnos válidos o vistos.
Qué modelos estamos ofreciendo en casa y en redes.
Qué mensajes reciben nuestros hijos sobre su propio cuerpo y el de los demás.
Una buena sexualidad no es solo hablar de sexo. Es enseñar a respetar, a escuchar, a cuidar y a elegir.
💬 En resumen
No hay una edad concreta para hablar de sexo.Hay momentos y formas.El momento empieza cuando el niño pregunta, observa, o muestra curiosidad.Y la forma ideal es con calma, sin miedo, sin tabú, y con amor.
Educar en sexualidad no es hablar de genitales, sino enseñar a relacionarse, a respetar el cuerpo y a vivir el placer y el afecto desde la conciencia.Porque si algo necesitamos como sociedad, es aprender a vincularnos mejor.Y eso empieza mucho antes de la adolescencia.








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