Niños con temperamento sanguíneo en la escuela: por qué les cuesta estudiar y cómo ayudarles
- Patricia Mendez
- hace 5 días
- 4 Min. de lectura
Hace más de diez años descubrí la herramienta de los temperamentos infantiles, y sinceramente, me revolucionó como maestra. Fue tan evidente, tan útil y tan precisa para comprender a los niños que desde entonces no he dejado de usarla y compartirla.Hoy quiero hablar del temperamento sanguíneo, uno de los más luminosos… y también uno de los más incomprendidos en las aulas.
Los sanguíneos son esos niños fáciles de identificar:parlanchines, expresivos, entusiastas, sociables, creativos, teatrales…Y también: dispersos, superficiales, inconstantes y dramáticos.
Son pura vida.Pero en el colegio, muchas veces, sufren.
Este artículo es para profesores que quieran entenderlos mejor, y para familias que buscan estrategias claras para ayudarles en casa.

1. ¿Qué dificultad tienen los niños sanguíneos en el colegio?
La concentración: su gran reto
A los sanguíneos les cuesta mucho más que a otros niños mantener la atención.No es que “no quieran”. Es que su cerebro necesita movimiento, cambio y estímulos.
Cuando la clase es demasiado estática, desconectan y se van a su mundo. Ese mundo puede ser:
una historia mental que están inventando,
el dibujo del compañero,
el lápiz con purpurina,
o simplemente imaginar algo más interesante que la explicación.
No lo hacen a propósito. Es su manera natural de estar en el mundo.
Necesitan dinamismo, variedad, estímulos sensoriales y libertad para moverse.
2. Cómo ayudar a un temperamento sanguíneo a estudiar: estrategias reales y aplicables
Haz del estudio algo activo
Si tu hijo es sanguíneo, estudiar sentado en un mismo sitio será un suplicio.Así que cambia el enfoque. Permítele:
estudiar de pie,
cambiar de lugar,
subrayar con colores,
usar pizarras,
trabajar con materiales llamativos.
No son distracciones:son herramientas de foco para este temperamento.
Divide las tareas en mini-objetivos
Pretender que un sanguíneo se concentre 40 minutos seguidos es inviable.Pero sí podrás conseguir:
8 minutos de lectura,
2 de pausa,
8 minutos más,
y así sucesivamente.
Dividir, dinamizar, alternar, mover.Ese es el camino.
3. La superficialidad: cómo convertirla en fuerza
Los sanguíneos viven en la primera capa de las cosas.Se fijan en todo lo bonito, llamativo o curioso…y eso hace que se pierdan fácilmente en estímulos.
Pero esta “superficialidad” es también su talento creativo.Muchos artistas, comunicadores y personas brillantes son así.
No les castigues por ello, canalízalo
Si se distraen con el dibujo del compañero, puedes preguntarle:
“¿Qué tiene ese dibujo que te ha llamado la atención?”“¿Cómo puedes usar eso para recordar lo que estás estudiando?”
A veces les sirve.A veces no.Pero el mensaje es: tu sensibilidad es válida; aprendamos a gestionarla.
La herramienta del “cazador de moscas”
Ideal desde los 9–10 años.
Explícale que hay pensamientos “mosca”:cosas que aparecen, son divertidas, pero ahora no tocan.
Pídele que:
Detecte la “mosca”.
La “cace” mentalmente o la dibuje en un papel.
Y vuelva al foco.
Es una forma preciosa y práctica de entrenar la atención.
4. Les cuesta profundizar emocionalmente
Los sanguíneos viven en la emoción del momento.Ríen, lloran, se frustran, se emocionan… todo rápido, todo grande.Y por eso mismo les cuesta profundizar en conversaciones o situaciones importantes.
El diario: una herramienta transformadora
Un diario es oro para un sanguíneo.Les ayuda a:
escucharse,
procesar,
conectar con lo que sienten,
ordenar ideas,
profundizar.
Puedes lanzarles preguntas:
“¿Qué parte del día te ha gustado más y por qué?”
“¿Qué te ha molestado hoy?”
“¿Qué te gustaría cambiar mañana?”
Escribir y releer les ayuda a contactar consigo mismos de una forma preciosa.
5. Tienen muchas relaciones, pero poca raíz
Los sanguíneos son animalillos sociales.Hablan con todos.Tienen veinte amigos.Pero muchas veces sienten poco vínculo real.
Se pierden en los grupos, se dejan llevar, imitan, olvidan quiénes son.
Acompáñales a cultivar relaciones profundas
Actividades en grupos pequeños.
Extraescolares íntimas.
Modelar relaciones familiares sanas y estables.
Conversar sobre qué amistades les hacen bien y cuáles no.
No necesitan recortar su vida social, solo equilibrarla.
6. Expresión verbal: hablan mucho, dicen poco
Un sanguíneo puede hablar durante minutos…sin concretar nada.
Es típico que repitan ideas, salten de un tema a otro o no logren mantener un hilo.
Cómo mejorar su comunicación
Hacer lectura diaria (aunque sea corta).
Ver mini documentales o audiolibros.
Pedirles que reformulen: “¿lo puedes explicar con menos palabras?”
Juegos de oratoria: defender una opinión en 20 segundos.
Su facilidad verbal es un don.Solo necesitan darle forma.
Conclusión
Un niño sanguíneo es luz pura: alegría, creatividad, espontaneidad, expresión.Pero necesita estructura, ritmo, movimiento y herramientas emocionales para que todo ese brillo no le juegue en contra en el colegio.
Cuando entendemos su temperamento, dejamos de luchar contra él.Y empezamos a acompañarlo a su favor, sin apagar lo que lo hace único.
Si te gustaría que tu hijo mejore concentración, hábitos, oratoria y rendimiento académico desde una mirada respetuosa y consciente, puedes escribirnos y te orientamos encantadas.
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