Temperamento Sanguíneo. Los niños distraídos.
- Patricia Mendez
- hace 2 días
- 3 Min. de lectura
Sigo compartiendo estrategias y reflexiones que a mí me iluminan el camino sobre lo que significa educar y relacionarnos con los niños desde la conciencia.Hoy quiero hablarte del temperamento sanguíneo, ese tipo de niño que llena los espacios con su voz, su energía y su entusiasmo, y que puede hacernos reír, agotarnos o ambas cosas en el mismo minuto.
Son niños luminosos, creativos, espontáneos y sociables, pero que también necesitan adultos con la mirada muy presente, porque su gran don —la emoción— es, al mismo tiempo, su mayor reto.

🌬️ Así son los niños sanguíneos
Son niños que entran en una habitación y todo cambia. Hablan, ríen, inventan, se emocionan, saltan de una idea a otra, y viven todo con intensidad.Pueden pasar de la euforia al drama en cuestión de segundos.
Su temperamento es como el aire: ligero, cambiante, libre y lleno de vida.Cuando están centrados, su alegría contagia y su presencia inspira.Pero cuando se desordenan, se pierden entre mil estímulos, promesas incumplidas y emociones sin rumbo.
💬 Cómo reconocerlos
El sanguíneo se reconoce fácilmente:es extrovertido, carismático y suele tener muchos amigos. Le encanta hablar, contar historias, ser el protagonista y vivir experiencias nuevas.Detesta el aburrimiento, la rigidez y las rutinas monótonas.
Comportamientos valorados como positivos:
Alegre, Espontáneo, Sociable, Creativo, Comunicativo, Optimista
Comportamientos que pueden ser desafiantes:
Inconstante, Distraído, Impulsivo, Dramático, Superficial, Egocéntrico
Y aquí pasa algo curioso: muchas veces, estos niños parecen muy seguros de sí mismos, pero detrás de su entusiasmo puede haber una gran necesidad de atención y validación.Su miedo más profundo es no ser vistos o ser olvidados.
🧭 Recordemos: no somos etiquetas (Así que lo de Los niños distraídos es solo para llamar tu atención, para nosotras son mucho más que eso, y seguro para ti también)
Como siempre repito cuando hablo de los temperamentos, no somos una sola cosa.Estas categorías no son cajas donde encasillar, sino mapas que nos ayudan a entender cómo acompañar mejor.
Y en el caso del niño sanguíneo, la clave está en el equilibrio:
Necesita raíces para que sus alas no se desgasten.Necesita aprender a mantener su luz sin perder el foco.
🌱 Qué necesita un niño sanguíneo
No necesita más energía, ya la tiene. Necesita estructura, constancia y presencia adulta.
Cuando se siente sostenido, florece.Cuando se siente ignorado, se desborda.
Lo que realmente le ayuda es:
Un adulto que escuche con atención lo que dice, aunque cambie de tema tres veces.
Límites claros y amorosos, repetidos con paciencia (muchas veces).
Reconocimiento real, no exagerado: “me encanta cómo has terminado esto”, “has sido muy respetuoso con tu amigo.”
Actividades con movimiento, creatividad y contacto social.
Espacios donde pueda expresarse sin perderse.
El sanguíneo aprende mejor haciendo, hablando y sintiendo.Por eso, cuando la enseñanza o la crianza se vuelven demasiado rígidas, se apaga… o se rebela.
⚙️ Cómo ayudarle con sus áreas más desafiantes
Detrás de sus distracciones o su dramatismo hay emociones muy vivas que necesitan dirección, no castigo.Estas son algunas claves para acompañar sus puntos débiles:
1. Para su inconstancia
Ayúdale a organizar sus ideas en pequeñas metas. Si empieza algo, celebra que lo haya hecho; si lo termina, celébralo el doble.Enséñale a no sentirse culpable por dejar cosas, sino a revisar por qué las dejó.
2. Para su distracción
Hazle pausas visuales y corporales. Por ejemplo: “Respira conmigo antes de contarme más” o “mira mis ojos un momento antes de seguir”. El sanguíneo no se concentra con amenazas, se concentra cuando se siente conectado.
3. Para su impulsividad
Ayúdale a nombrar sus emociones antes de actuar.Frases como “entiendo que estás enfadado, pero dime qué necesitas antes de gritar” le ayudan a traducir su emoción en palabras.
4. Para su dramatismo
Evita reírte de su intensidad o minimizar lo que siente. En lugar de “no es para tanto”, prueba con “entiendo que para ti esto es importante”. Con eso, su emoción se calma y no necesita exagerarla para ser escuchado.
🌸 En resumen
El niño sanguíneo no necesita más límites, necesita más conexión.Cuando se siente visto, querido y orientado, se ordena.Cuando se siente ignorado, se dispersa.
Su energía es un regalo: puede llenar espacios vacíos, inspirar grupos y transformar ambientes.Pero necesita aprender que no todo lo que brilla es urgente, que su alegría tiene valor incluso cuando nadie la aplaude, y que la calma no apaga su luz.
El niño sanguíneo nos enseña a vivir con entusiasmo, pero también nos recuerda que la verdadera libertad se encuentra cuando aprendemos a sostenernos.
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