Niños tímidos, cobardes, indecisos... Temperamento flemático
- Patricia Mendez
- hace 17 horas
- 3 Min. de lectura
Sigo acercando estrategias e información que me alumbran mi propio camino sobre lo que significa educar y lo que significa relacionarse con los niños.Hoy vengo a hablar del temperamento flemático, ese tipo de carácter infantil que, en apariencia, parece el más fácil porque da menos problemas… pero que, al mismo tiempo, puede esconder los conflictos más profundos.No tanto hacia afuera, sino hacia adentro.
Así son los niños flemáticos, Niños tímidos.
Son niños que parecen moverse en cámara lenta.No se enfadan fácilmente, no levantan la voz, les cuesta tomar decisiones y suelen pasar desapercibidos.Pero si los observas con atención, verás algo maravilloso: su paz. (Yo de hecho en mi familia tengo a una persona a la que adoro de este temperamento, así que es para mi uno especial).

Los niños flemáticos son como el agua: tranquilos, estables y capaces de adaptarse a casi todo.El problema llega cuando los forzamos o los agitamos demasiado. Entonces pueden congelarse, empezar a somatizar o incluso desaparecer emocionalmente, con frases como “no quiero ir más”, “no me gusta”, o “quiero dejarlo todo”.Son niños que pasan del blanco al negro porque no comunican sus grises.
💬 Cómo reconocerlos
Este temperamento suele ser pacífico y predecible, pero muchas veces se esconde detrás de un miedo a molestar.No les gusta ser el centro de atención y suelen adaptarse a todo para no generar conflicto.
Cualidades positivas más reconocidas:Calmado – De confianza – Diplomático – Organizado – Práctico – Eficiente
Dificultades más habituales:Falta de motivación – Egoísmo tranquilo – Pasividad – Protección excesiva – Indecisión – Miedo o cobardía
Al principio, su presencia parece un regalo: no hay tensiones, todo fluye.Pero con el tiempo, si no se sienten vistos, su calma puede transformarse en bloqueo interno, en una especie de “vida sin impulso” que los desconecta de su propio deseo.
🧭 Recordemos: no somos etiquetas
Como siempre digo, y ya mencioné en el artículo sobre el temperamento colérico, no somos una sola cosa. Los temperamentos no definen, orientan.Nos dan una estructura desde la que mirar al niño con más comprensión, más conciencia y más estrategias para acompañarlo.
Y en el caso del flemático (Niños tímidos, cobardes, indecisos...), la clave está en esto:
Necesita fuerza.Pero no una fuerza externa que empuje, sino una fuerza interior que lo ayude a encontrar su sitio, su voz, su gente y su manera de avanzar por el mundo.
🌱 Qué necesita un niño flemático
No necesitan empujones.Necesitan confianza y tiempo.Cuando se sienten presionados, tienden a bloquearse o a desaparecer.
Por eso, lo que realmente les ayuda es:
Un entorno tranquilo, sin gritos ni prisas.
Ser vistos sin que se les fuerce a ser diferentes.
Poder tomar sus propias decisiones, aunque tarden un poco más.
Ser reconocidos por su constancia y su capacidad de cuidar a los demás.
Espacios donde puedan participar sin competir.
Cuando se les ofrece ese contexto, florecen. Su calma se vuelve sabiduría, su observación se convierte en una forma de liderazgo silencioso y su lealtad en una fortaleza profunda.
⚙️ Cómo ayudarlos a desarrollar sus áreas más desafiantes
Los comportamientos que a veces consideramos “negativos” —como la falta de motivación, el egoísmo pacífico o la indecisión— son solo síntomas de desconexión. No son defectos, son señales de que algo dentro de ellos necesita calor, impulso y confianza.
1. Para su falta de motivación
Ofrece metas pequeñas y alcanzables.No los presiones con grandes desafíos: dales algo que puedan saborear rápido, y celébralo.Motívalos a partir del disfrute, no de la obligación.
2. Para su egoísmo tranquilo
Recuerda que no es egoísmo por desinterés, sino por miedo a perder la calma o exponerse. Anímalos a compartir sin invadir su espacio.Por ejemplo: “¿Te gustaría ayudarme con esto? Creo que lo harías genial.”
3. Para su indecisión
No tomes todas las decisiones por ellos.Ayúdales a practicar pequeñas elecciones diarias (“¿prefieres esto o aquello?”).Aplaude la decisión, no el resultado. Así fortalecen la seguridad interna.
4. Para su miedo o cobardía
El flemático necesita sentir que puede fallar sin perder amor ni aceptación.Cuanto más seguro se siente, más se atreve.Acompáñalo con frases como: “Estoy contigo, pruébalo a tu ritmo”, o “No pasa nada si no sale bien.”
El niño flemático no necesita prisa, necesita confianza.Necesita adultos que lo miren con ternura y paciencia, que no confundan su calma con desinterés, ni su lentitud con falta de capacidad.
Cuando encuentra su centro, su forma de estar en el mundo transmite una paz que sana a los demás.Son el agua que equilibra el fuego, el aire y la tierra.Y cuando confían en sí mismos, son capaces de llegar muy lejos, sin ruido, pero con profundidad.
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