Rabia en los niños: ¿qué te está diciendo realmente y cómo transformarla?

Normalizamos el conflicto… porque nadie nos enseñó a transformarlo...

O eso es lo que yo, Patrícia, pienso.

Normalizamos hogares, aulas, relaciones donde los conflictos ocurren todos los días.Y los normalizamos desde la falta de recursos.

Uno de los grandes vacíos del sistema educativo es que no ofrece formación profunda en resolución de conflictos, autoconocimiento y gestión emocional. Por eso yo, en mi propia necesidad, empecé a probar cosas.

Vamos qué significa la rabia en los niños

La rabia es una de las emociones más mal entendidas. Se percibe como negativa, destructiva… pero en realidad es una alarma emocional necesaria.

Es la emoción que nos dice:“¡Ey! Esto no me está haciendo bien. Aquí hay un límite que está siendo cruzado.”

Ahora bien, no todo lo que sentimos como rabia tiene que ver con el presente. A veces estamos pidiendo que los demás cubran necesidades internas que no hemos aprendido a cubrir por nosotros mismos.

Por eso, no basta con decir “pon un límite”. Hay que mirar hacia adentro. Hay que entender qué hay detrás de esa rabia para no educar desde la reacción, sino desde la conciencia.

¿Por qué crear un mapa emocional de la rabia?

El mapa surge de una necesidad personal. Me di cuenta de que repetía conflictos y que había cosas que no quería “normalizar” solo porque le pasan a todo el mundo.

Decidí observar, anotar, entender. ¿Dónde se activa mi rabia? ¿Qué la enciende? ¿Qué hago yo? ¿Qué hace el otro? ¿Qué me está pidiendo mi cuerpo, mi historia?

Y ese ejercicio personal se convirtió en una herramienta que ahora comparto contigo.Este es solo un ejemplo. Si te resulta difícil responder a estas preguntas, te invito a apuntarte a la lista de espera del Manual del Mapa de las Emociones, donde encontrarás situaciones reales, ejemplos cotidianos y una guía clara para ti y tu familia.

Creo que usar el mapa con los niños necesita que adultos los sepan usar primero. Así que aquí la mirada va a ser hacia ti... MAMÁ O PAPÁ.

Mapa emocional: Un ejemplo de esos bastante quotidiano de rabia en niños pero también en sus padres.

¿Qué me ha enfadado?

Mi hijo no recoge sus cosas, se ríe cuando le pido que lo haga, me ignora.

¿Qué ha activado esta rabia?

Su risa, su silencio, su actitud de indiferencia me han hecho sentir que me faltaba al respeto.

¿Qué necesidad vital ha tocado esto en mí?

La necesidad de sentirme escuchada, valorada, tomada en serio.El deseo de tener orden, de que me ayuden, de no tener que cargar sola.

¿Cómo responde él?

La rabia en los niños puede mostrarse con explosiones, con ataques verbales, con gestos de humillación, con silencios punitivos, con ¨autocastigos¨...

Por eso este artículo es solo un ejemplo, cada respuesta puede implicar unos movimientos diferentes.

A veces se ríe. Otras veces se calla y se va.Y otras, se queda congelado sin saber qué hacer.

Estas respuestas nos pueden estar diciendo muchas cosas:

Su indiferencia: Que está huyendo porque no sabe cómo sostener el conflicto o no quiere crecer.

Su silencio: Que ha aprendido a evitar enfrentamientos.

Su risa: Que no confia en mi como figura de autoridad.

Y si observamos bien, muchas veces son reflejo del vínculo que hemos creado sin querer.

¿Cómo respondo Yo?

Preguntas espejo para volver al centro

Si te sentiste ignorada, ¿te pasaba esto en tu infancia?¿Tu rabia tiene que ver con el presente o con una sensación de no ser escuchada desde hace mucho?

Si te sentiste desafiada, ¿te atreviste tú a desafiar de pequeña? ¿O te callabas siempre para no generar problemas?

¿Estás pidiendo a tu hijo que te dé algo que tú no estás sabiendo darte?

¿Qué me toca trabajar?

A→ Sanar la parte de mí que necesita controlar para sentir seguridad.

B→ Aprender a poner límites sin perder la calma.

C→ Dejar de culpar al niño por algo que me duele a mí.

D→ Observar mi cuerpo y mis emociones antes de actuar.

¿Qué puede necesitar mi hijo?

A→ Un adulto que lo vea más allá de su comportamiento.

B→ Un espacio donde no se le devuelva su rabia con más rabia.

C→ Un modelo que sepa sostener sin castigar, poner límites sin humillar.

D→ Una guía que no reaccione, sino que lo acompañe.

Ojalá esto se trabajara en el colegio, en el hogar... y siento decirte... esto no va a ocurrir.

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Herramientas reales para entender lo que sienten, poner límites sin gritar, y vivir el conflicto como una oportunidad.

Ojalá a mis padres les hubieran hablado de esto, ojalá a mis maestros les hubieran hablado de esto y ojalá en los claustros se hablara de esto...

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